Esta vivienda está situada en el casco histórico de la localidad de Belmonte en la Plaza del Pilar , la más grande del pueblo. El exterior está condicionado por las determinaciones de Patrimonio. Por tanto, para integrarse con el entorno, las fachadas están resueltas con elementos y materiales locales dispuestos con sencillez.
El interior, sin embargo, esconde soluciones espaciales contemporáneas para obtener estancias comunicadas entre sí, tanto en planta como en sección, combinando técnicas y materiales tradicionales con otros actuales.
La vivienda se desarrolla en dos plantas más un sótano, dejando libre un patio interior. Dobla en la esquina de la parcela y limita en los extremos con medianeras. De este modo completa la manzana adaptándose a las alturas de cornisa de las edificaciones a las que se adosa.
La entrada principal da aun vestíbulo luminoso que contiene la escalera así como los accesos al patio y al salón. El espacio principal es el gran salón que contiene el comedor y la cocina abierta. Esta estancia recibe luz tanto de la fachada como del patio. La vivienda posee una de las cuevas excavadas en la roca del terreno, que se reutiliza a modo de bodega.
El nivel inferior se comparte con a otra vivienda familiar, una de las casas centenarias que dan a la plaza y tiene vistas al castillo medieval. Quedan así articulados el nivel inferior de la vivienda nueva con la planta baja de la vieja. Visualmente se conectan también los parios de ambas, que están a distintas alturas y a los que dan numerosas estancias. Estas conexiones entre ambas viviendas enriquecen la experiencia espacial y vital.
